Un amigo de mis padres, sacerdote vasco, solía contar la siguiente historia que tenía por verdadera.
Corrían años de guerras y revueltas carlistas en España. La agitación llegó hasta un pueblito del país vasco.
Un chico de 16 años le dijo a su madre, que estaba en el jardín: -Madre, me voy a la escuela.
Diciendo esto, se calzó las alpargatas, la boina y el fusil y se fue adonde los carlistas. Hizo toda la guerra. Y después emigró a la Argentina. Sin decirles nada a los suyos.
Veinte años pasaron. Veinte años en el Sur.
Hasta que un día volvió a su pueblo natal. Y a su casa. O a la que fuera la casa de sus padres.
Y apenas había cruzado el umbral, escuchó la voz de su madre, proveniente del patio, que decía:
-Hijo, te parece que éstas son horas de volver de la escuela?
Veinte años.
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1 comentario:
Excelente anecdota!
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