7 de marzo de 2007

O qué será, qué será...

-Este debe pertenecer a la Fraternidad San Pío X o a la Fraternidad San Pedro.

-Pues no señor, nada de eso.

-Pero si todos los fines de semana va a Misa en latín y además se dice tradicionalista! Será entonces del Opus Dei? O bien de los legionarios de Cristo?

Así estamos. O del uno o del otro. Si no es de este, entonces necesariamente debe ser de aquel. Y lo malo es que ese "debe ser" generalmente suele ir acompañado de la palabra "necesariamente".

Y bien señores, tampoco. Lamento contrariarlos, pero tampoco soy progre, ni lefebrista, menos aun tercer mundista, aunque he vivido casi toda mi vida en lo que se ha dado en llamar el tercer mundo, ni carismático, ni liberal, ni congregacionista, ni marista, menos todavía ecumenista y además suelo desconfiar de todas las palabras que terminan en ista.



Un día, en Buenos Aires, paré un taxi.

El chofer era brasilero. Brasilero de endeveras. Morocho, ojos brillantes y ritmo caribeño a flor de piel.

Empezamos a charlar de cosas y otras.

Cosas que solo los taxistas son capaces de contar, con tal lujo de detalles acerca de la vida citadina, que a uno le arrancan unas carcajadas que duran todo el día.

Cada dos por tres me decía:

-Porque Jesús... gracias a Jesús... Jesús... Jesús y Jesús...

Para mis adentros pensaba:

-Este brazuca debe pertenecer a una secta noramericana y protestante.

Hasta que no aguanté mas y le pregunté:

-Dígame, a qué secta pertenece usted?

Y el brasilero, indignado, me contestó:

-Secta? Secta? Qué secta? Eu sou catolicou, apostolicou e romano!

Fabuloso!

Católico, apostólico y romano. Nada más, nada menos.

No hay comentarios.: