19 de febrero de 2007

Dos caras de la moneda

Hoy el presidente de Francia condecoraba con la Legión de Honor a Clint Eastwood al mismo tiempo que lo elogiaba diciendo:

"Honrándolo de esta manera, Francia entera quiere rendir homenaje a su inmenso talento de interprete, a su genio como director de cine y al lugar excepcional que usted ocupa en el mundo del cine. Usted nos permite comprender la complejidad de los Estados Unidos, con sus grandezas y fragilidades y con el ímpetu de sus sueños y de sus interrogaciones inquietas..." (dejaremos que el mismo Chirac algún día nos explique que cuernos quiso decir con esta ultima frase... por mi parte deduzco que no gran cosa...).

Un poco antes, los diarios se indignaban.
El pasado sábado falleció Maurice Papon o como lo llaman por aquí, "el ultimo símbolo de la colaboración del estado francés durante la segunda guerra". Su abogado declaró que cumpliría con las ultimas voluntades del finado y que se ocuparía personalmente que este fuera enterrado con la insignia de la Legión de Honor, que le fuera otorgada por De Gaulle. Cosa que no le gusto para nada a los socialistas: "tal gesto equivaldría a una forma de rehabilitación póstuma del señor Papon", ni a la mayoría de los políticos, amables presentadores televisivos e incluso seguramente a algunos obispos...

Mala suerte la de Papon, si solo hubiera nacido unos años mas tarde, en otro país, preferiblemente del otro lado del atlántico y al norte, y hubiese sido actor... otra seria la historia.

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