18 de enero de 2007

Este es el primer mensaje.

Me dejé tentar al final. No es que vaya tampoco a convertirme en un fanatico de compartir intimidades u otras cosas repugnantes de ese estilo, como cierta gente tiene tendencia a hacerlo en la Wild World Web.

Solo se me ocurrio que era una buena manera de archivar ideas, datos curiosos y otras cosas que iré encontrando con el tiempo.

Suele pasar que nos atorramos de cosas que hacer y al final pasa el tiempo y nos olvidamos. De las cosas importantes, por supuesto.

Ayer de pronto recordé el olor extraño de mi provincia en Argentina. Se llama Mendoza y en primavera el zonda, el unico viento calido que viene del sur, produce un perfume, mezcla de tierra reseca, duraznos en flor, romero y otras hierbas, que nunca he sentido en otros lados. Y luego segui recordando... Me vi pequeño en el jardin de de la finca, buscando los caballos para jugar a los indios... pero ya me estoy contradiciendo y empiezo a hablar de intimidades...

Lo que queria decir es que no hay que olvidarse de esas pequeñas cosas que suelen llenar de sentido nuestras vidas: un recuerdo, un abrazo, un apreton de manos, una sonrisa a través del vidrio empañado de un subte y tantas mas.

Es el secreto del Principito de Saint Ex, saber mantener un alma de niño a pesar de que somos grandes.

Y también es el secreto del Evangelio, cuando nos pide que nos hagamos semejante a los niños. Semejantes en la inocencia, en el don de saber asombrarse por minucias y en la eterna alegria.

Por eso también el nombre del blog, que no deja de ser un guiño para Gilbert Keith. Mentira, el guiño nos lo hizo antes él a nosotros.

No hay comentarios.: